Acrobacias com cordas de Tania Marin Perez – Fotos: @o.w.l_fotografia
Si le fuera a escribir una carta a la niña que fui hace años creo que no diría nada de las sorpresas… viendo ahora para atrás fueron muchas. 38 son un montón de años aunque hayan pasado tan rápido… sin darme cuenta ya hablo como una señora.
Me imagino que le hablaría de las cosas lindas de la vida, que son las que se olvidan fácil en los momentos difíciles.
No le diría que a veces el mundo no es como me gustaría… ni que hay que aceptar que a veces las cosas no son como yo quiero, como ella quiere, las dos queremos. Somos tercas… y el mundo no siempre obedece nuestros tiempos. A veces sí, pero no siempre.
No le diría que las mascotas y las abuelas no viven para siempre.
No le diría que la carcaza que me construí de mujer fuerte e independiente por momentos parece vacía y que solo quiero meterme abajo del acolchado a mirar videos al azar. Y no hablar con nadie, solo comer y mutar. No pensar… No pensar por un ratito.
No le diría que es viernes de noche y estoy sentada frente a la pantalla vacía intentando escribir un trabajo que tengo que entregar en dos días y no tengo idea de cómo empezar. El invierno me deja así como no se… Odio lavar mucha ropa, odio las camperas, odio los dedos helados, odio los dos pares de medias y odio esa lluvia en la que no se puede bailar.
Por suerte la primavera siempre vuelve.
No le diría tampoco que hay mucha gente que te decepciona, y esas son como sorpresas pero feas… y que sorpresas… pero más allá de eso confiar es lindo. y trae muchas más alegrías que tristezas.
Assine as notícias da Guatá e receba atualizações diárias.