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“Keko” na sala da casa de Alicia e seus filhos Jorge e Carlos, no Parque Nacional El Rey, em Salta, Argentina. – Foto: arquivo pessoal
. Tapir. En Misiones lo conocemos también con el nombre de Anta o Mboreví.
Es un animal grande con un peso de entre 200 y 250 kg, está emparentando con los rinocerontes.
Muy manso.
Es el mamífero terrestre más grande de América del Sur.
Son herbívoros, comen hojas, tallos y frutas.
Por cuestiones laborales de mi esposo a mediados de los años 80 nos tocó trasladarnos a la provincia de Salta para radicarnos en el Parque Nacional “El Rey”, ubicado en los cerros salteños a 200 km de la ciudad.
Allí conocimos a un personaje de cuatro patas de nombre – Keko -.
Era un simpático tapir que vivía en libertad, de día andaba por los montes y por las tardecita aparecía por la casa en busca de comida.
Seguramente “Keko” fue criado de bebé por alguna persona que luego lo dejó en libertad, esa sería la razón por la que no temìa a las personas y gustaba comer de la mano.
Nosotros en particular cuando el camión de las compras iba a Salta capital encargábamos un cajón de manzanas verdes (para Keko).
¡Le encantaba!.
Llegaba hasta nuestro patio silbando para hacerse notar.
Los tapires emiten un sonido muy parecido a un silbido.
Una vez quedó la puerta trasera abierta y Keko entró como “Pancho por su casa” (se adjunta fotografía).
En otra oportunidad fuimos toda la familia a pasear en bote en una pequeña laguna donde aprovechábamos para tomar fotografías de aves acuáticas.
Mi esposo con nuestros hijos Jorge y Carlos paseaban por la laguna, yo me quedé en la orilla tomando fotografías.
De repente emergió por un costado del bote una inmensa sombra oscura:
¡Era Keko!.
Nos acompañó toda la tarde como un perrito faldero.
Se pegaba unas largas zambullidas y emergía bufando con todos los bríos.
La especie del Anta o Tapir está catalogada como en peligro de extinción en Argentina.
Desapareció de la provincia de Corrientes durante el siglo XX.
Las principales amenazas para las poblaciones de tapires están dadas por:
– La deforestación de los bosques y selvas.
-La ocupación de tierras con fines agrícolas.
-Los asentamientos humanos.
-La caza furtiva.
-El abandono de controles de la caza furtiva en las Reservas y Parques.
Se puede diferenciar la cacería del Tapir de la siguiente manera:
-Cacería deportiva.
-Cacería con fines de subsistencia.
-Cacería para la venta de su carne y cuero.
Este majestuoso animal ha sobrevivido miles de años, ahora está en riesgo de extinción.
Es uno de los principales “dispersadores” de semilla en los montes y selvas.
Si perdemos a los tapires perdemos otras especies clave, pues muchos árboles dependen de ellos para que nazcan nuevas plantas.
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